Los movimientos del Gobierno portugués, además de un golpe de efecto para reafirmar su proyecto, se trata del Plan Director europeo, recien aprobado, que no entiende tanto retraso con Madrid y con Vigo. Una mezcla de exigencia y realismo. Lo importante es que se acabe el tabú y se impulsen todas las conexiones. Lisboa tiene que liderar la Península. Y olvidarse de las miserias de asustarse con la aspiradora de Juliana o el hegemonismo en Madrid, ya lo dijo Mário Soares en el artículo «Un Nuevo Ciclo Ibérico».

Tanto Marcelo Caetano como López Rodó sabían que el golpe de Estado del 25 de abril era inminente. Franco también. Hubo varios ensayos previos. La terquedad colonial con la puntilla de la crisis del petróleo llevó al suicidio del Estado Novo con poca vida extra por delante. Manuel Fraga discrepó en privado con Caetano por su política colonial en África. No obstante, el franquismo le contrabandeó armas para la guerra colonial para saldar la deuda de la guerra civil. Saldada la deuda, no se solidarizó con el régimen en su caída y acogió algunos pides.